Lo que sabemos los fans de Prince, es que descansaba poco, era un músico que tenía su estudio de grabación en casa, abierto y disponible las 24 horas del día para que a cualquier hora, el ritmo o la melodía que pasará por su mente, quedarán registrados. Sabemos que era un hombre equilibrado en cuanto a su dieta y que no tomaba nada que pudiera perjudicarle. Por eso su fallecimiento tan precipitado, nos ha sorprendido tanto, que nos va a costar tiempo asimilarlo. También sabemos que su particular guerra contra internet la tenía perdida y que sus últimos discos estaban a la altura de sus mejores trabajos de los 80, pero que en esa particular guerra, las valoraciones y la repercusión mediática eran mínimas.
Prince, como dijo otro grande que se nos fue este mismo año, David Bowie, fue el artista más importante e influyente de la música de los años 80, todo lo que tocaba, lo convertía en oro y todo lo que sonaba, era Prince: Nos ofreció en cada disco de esa década, verdaderas obras de Arte musicales. Un artista capaz de vender más de 200 millones de discos en todo el mundo y que pudimos verlo por primera vez actuar oficialmente en España en 1990, para repetir su presencia en sucesivas ocasiones. Conciertos todos ellos memorables y que todavía hoy, permanecen en la memoria de los que pudimos asistir a ellos. Porque a Prince había que ir a verlo actuar encima de un escenario, para saber de lo que estaba hecho.
Hoy es un día triste para la música y para millones de fans en el mundo que le adorábamos, con sus virtudes y sus defectos, porque Prince era humano, envuelto en ese halo de misterio que solo a los genios les pertenece, y era tan humano, que hoy nos ha dejado. Sin embargo, su legado permanecerá vivo para siempre, porque Prince no era una mujer y no era hombre, era ante todo un Músico con letras mayúsculas y brillantes. Descanse en paz.
Manuel.